domingo, 28 de agosto de 2011

Buscando más...

Porque tú eres grande, y hacedor de maravillas;
Sólo tú eres Dios.
Salmo 86:10



Tanto tiempo sin escribir, tanto tiempo desperdiciando el no buscar tu presencia más seguido. Es tan rico saber que estás aquí conmigo. Sé que no te había hablado tanto, que mi alma buscaba en lugares equivocados.
Reconozco, que mi Dios grande eres tú, que haces maravillas, y no puede haber otro más que tu. Es tan triste leer los posts anteriores y notar que hace un año pasé por lo mismo. Oh Dios, como desearía ir en aumento siempre y no en retroceso. El camino se hace difícil a veces, la mente engaña y el corazón aún más. Tu conoces mi condición y me arrepiento de mi desobediencia.
Quiero buscarte Dios mío, quiero más de ti, y es que no me canso. Sé que todo suena repetitivo, pero es tan dulce cuando me recoges y me dices que no importa las veces que he caído, tú simplemente limpiarás y sanarás mis heridas y que este camino de hacer oídos sordos no fue en vano, porque aprendí algo nuevo, y es que volví a ti con más fuerza, más enamorada, más indefensa, más ansiosa de ti.
Gracias por lo de estos últimos meses, gracias porque descubrí que no tengo que culpar a los demás por lo que he hecho, sino hacer lo que me mandas, simplemente obedecer.

Mi alma tiene sed de ti...